sábado, 6 de julio de 2013

la salsa de la tía gorda



La salsa de la tía gorda es muy rica para acompañar un buen puchero, con pan, o también con unos huevos revueltos.
En un viaje a Rojas, cuando era chica, estaban cocinando puchero y la tía nos mandó, a mi hermano Miguel y a mí, a cosechar tomates perita de su huerta (eran tan ricos que los comíamos como si fueran manzanas, sin sal ni nada, y sin lavar...).Trajimos unos cuantos, y la tía se puso a hacer la salsa, que después mi mamá me  enseñó y siempre acompaña mis pucheros.
Para hacerla, si se usan tomates frescos, deben escaldarse en agua caliente para poder pelarlos con facilidad, y luego picarlos. También puede usarse tomate perita de lata. 
Se colocan todos los ingredientes, juntos y crudos, en una sarten profunda: tomates pelados y picados, mucho ajo fileteado (quien lo prefiere puede picarlos), mucho ajo es más o menos 8 dientes grandes para 1 kilo de tomates, sal y abundante aceite. También "abundante" aceite en este caso significa "mucho". Nada más que eso, ponerla a cocinar a fuego suave, revolviendo seguido. El agua de los tomates se evapora, el aceite hace lo suyo, el ajo aroma la cocina, el color cambia de rojo a un naranja oscuro, y uno ya puede ir mojando el pan con el pretexto de ver si le falta sal. No hay que abusar, porque el ajo ya le da suficiente sabor. Listo!